Innovación incremental vs innovación disruptiva: elegir bien el camino

6 de octubre de 2025

Durante años, las empresas han visto la innovación como un concepto casi romántico: inventar algo completamente nuevo que revolucione el mercado. Pero la realidad es más matizada. Innovar puede ser dar un salto radical que cambia las reglas del juego, o puede ser un proceso paciente de mejoras constantes que generan valor sostenido en el tiempo. Lo llamamos innovación disruptiva e innovación incremental, dos caminos distintos que no compiten entre sí, sino que pueden complementarse si se entienden bien.

Dos formas de avanzar

La innovación incremental es la más común: ajustes en un producto, mejoras en procesos o nuevas funcionalidades que no alteran la esencia, pero sí refinan la propuesta de valor. Pensemos en cómo los smartphones evolucionan cada año con mejores cámaras, baterías más duraderas o pantallas más nítidas. No es una revolución, pero mantiene la fidelidad del usuario y asegura un crecimiento estable.

Por otro lado, la innovación disruptiva implica romper con lo establecido y abrir un nuevo escenario. Uber no solo mejoró el servicio de taxis: cambió el concepto de movilidad urbana. Netflix no perfeccionó el videoclub: lo eliminó y construyó una industria diferente. La disrupción exige más riesgo, pero también ofrece recompensas que pueden redefinir sectores enteros.

¿Cuál elegir? 

La decisión entre incremental o disruptiva no tiene una única respuesta. Depende de tu mercado, tus recursos y tu cultura empresarial. Si tu sector es estable, con clientes que valoran consistencia, la innovación incremental puede darte ventaja competitiva sin exponerte demasiado. Si, en cambio, estás en una industria en transformación acelerada o con fuertes cambios tecnológicos, apostar por la disrupción puede ser la única forma de sobrevivir.

Un enfoque híbrido suele ser lo más realista: mejorar lo que ya funciona para sostener el negocio, mientras se destinan recursos controlados a proyectos disruptivos que pueden convertirse en la base del futuro.

Ventajas y riesgos a tener en cuenta

  • Incremental: requiere menor inversión y ofrece un retorno más rápido, ya que mejora lo que ya funciona y suele ser bien recibido por los clientes. Su riesgo está en volverse insuficiente si el mercado cambia de forma repentina o aparece un competidor más innovador
  • Disruptiva: exige más recursos y tiempo, pero tiene el potencial de transformar industrias completas y crear ventajas muy difíciles de replicar. El riesgo es alto, aunque la recompensa puede convertir a la empresa en referente del sector.

El verdadero reto no es elegir uno u otro, sino saber combinarlos para sostener el presente sin dejar de construir el futuro.

Herramientas y buenas prácticas para implementarla

  • Mapas de innovación: permiten planificar de forma visual qué iniciativas serán incrementales y cuáles disruptivas, facilitando la alineación del equipo con los objetivos a corto y largo plazo.
  • Cultura de experimentación: apostar por proyectos piloto controlados antes de escalar ayuda a reducir riesgos y normaliza el aprendizaje a partir de errores.
  • Escucha activa del mercado: utilizar entrevistas, tests con usuarios o análisis de datos para validar hipótesis y detectar si conviene iterar o dar un salto disruptivo.
  • Métricas diferenciadas: medir la eficiencia y satisfacción en mejoras incrementales, y a la vez evaluar impacto disruptivo a través de participación de mercado, adopción en nuevos segmentos o generación de ingresos adicionales.

¿Cómo elegir la innovación adecuada para tu producto?

No todos los productos ni todos los mercados requieren disrupción. Lo importante es evaluar el contexto: ¿está tu mercado saturado y necesitado de cambio radical? ¿Tu base de clientes exige mejoras continuas? ¿Dispones de los recursos y cultura para asumir riesgos mayores? Empieza por definir objetivos claros (crecimiento sostenido, transformación del sector, fidelización, captación de nuevos segmentos). Luego analiza tu capacidad operativa y financiera, el nivel de incertidumbre tolerable, y el potencial retorno a medio y largo plazo. Una estrategia mixta puede ser ideal: mantener la innovación incremental para sostener el negocio mientras se experimenta con iniciativas disruptivas.

Mirando hacia el futuro

Las tendencias actuales marcan un camino mixto. La inteligencia artificial, por ejemplo, se introduce de forma incremental en aplicaciones que ya usamos, pero también está sentando las bases de disrupciones que cambiarán por completo la manera en que trabajamos y vivimos. Lo mismo ocurre con la sostenibilidad: algunas empresas ajustan procesos de forma incremental para reducir emisiones, mientras otras crean modelos disruptivos basados en economía circular o energía limpia.

Innovar no es una cuestión de moda, sino de estrategia. Las empresas que sobreviven no son las que eligen siempre un único camino, sino las que saben cuándo mejorar lo que tienen y cuándo reinventar lo que ofrecen. La verdadera habilidad de un líder está en detectar el momento justo para pasar de la seguridad de la mejora incremental al salto arriesgado de la disrupción.

 

La clave no está en elegir entre innovación incremental o disruptiva, sino en aprender a combinarlas estratégicamente para asegurar la relevancia hoy y la sostenibilidad mañana.

En backintown.io ayudamos a empresas a evolucionar su modelo comercial, implementar procesos de originación de negocio y escalar su crecimiento con datos y foco.

#InnovaciónEmpresarial #InnovaciónDisruptiva #InnovaciónIncremental #BIT 

Innovación incremental vs innovación disruptiva: elegir bien el camino